No quería a su bebé

Has hablado hasta de pornografía en tu blog y no has hablado de “lo mío”.

(imaginaos mi cara, estupefacta)

Creo que me he perdido algo, ¿ qué es lo tuyo

De lo que me pasó con César. Me pasó y me pasa.

(Se toca la barriga)

César es un bebé precioso. Tiene ya 6 meses.

img_20180712_221913-1418503646.jpg

¡¡ Vaya !! No sabía… 

No sabía que, a día de hoy, mi amiga Noelia sigue negando a su hijo.

Sí, Paloma, yo negué mi embarazo. 

Pero, ¿y yo dónde estaba?  ¿Por qué me entero ahora de todo esto?

Alguna vez te lo conté por encima. Pero, se te veía tan contenta. Prefería escuchar tu nueva etapa de “bloguera”.

Ay, Noelia, no me lo puedo creer y yo te hice una tarta de pañales como una idiota. Sin darme cuenta de nada…

img_20180712_2253121706659486.jpg

Que no, boba, pero si me encantó. 

(Las únicas tartas que sé hacer son las de pañales)

Quiero que lo cuentes en tu blog. Por si a otra chica le pasa, que no se sienta culpable, ni sola. Que se sepa. Que estas cosas pasan.

YO NO QUERÍA A MI BEBÉ

Cuando vi las rayitas del predictor quería que se borraran.

Y todavía sigo luchando contra este sentimiento, sigo luchando contra ese rechazo.

La gente piensa que esto sólo les pasa a las adolescentes que han tenido un embarazo no deseado. Pero, no es así. Mírame a mí, es mi quinto hijo. He disfrutado con todos. Los he querido a todos. Pero, esta última vida ha descolocado la mía. Me ha paralizado.

screenshot_2018-07-13-19-51-02-074_vsin-1533116504.png

Quizás fue su eterna sonrisa lo que me despistó. En fin…

Pues, anda que yo. Mi segundo embarazo fue totalmente deseado. Acuérdate, pedía teta cada hora o cada dos horas como mucho… Y, por las noches, cuando me despertaba, a mí se me olvidaba que tenía un segundo hijo.

¿Qué dices? ¿Tu #TapónD5?

Sí.

¿Te pedía teta y a ti se te olvidaba que tenías un segundo hijo?

Sí, cuando me despertaba. Por las noches.

¿¡¡ Y nunca me lo contaste !!? Si yo hubiera sabido algo así a lo mejor no me había parecido tan grave lo mío.

Yo qué sabía, Noelia. Nunca le di importancia. Pensé que era normal, que me tenía que acostumbrar a mi nueva vida de bi-madre. Como yo soy “lenta de sentimientos”…

Pero, a ver, se te olvidaba que tenías un segundo hijo y ¿no te daba cargo de conciencia?

Pero, ¿qué habría arreglado con eso?

¡¡¡¡ Desgraciada !!!! Si estás peor que yo. JAJAJAJAJA. Mucho peor. JAJAJAJAJAAJ.

Se ríe. A carcajadas.

Una vez, estaba tan cansada y dormida que le dije entre sueños:

“Déjame en paz, yo no soy tu madre”.

A la mañana siguiente Jose me lo recordó. ¡¡ Estaba agotada !! Es lo único que puedo decir en mi defensa… De vez en cuando lo recordamos en casa y nos reímos mucho los cuatro.

Véase la diferencia de personalidades: LA PASOTA, que es la que suscribe y LA PERFECCIONISTA, que es la entrevistada.

¡¡ En serio, estas cosas hay que contarlas más !!

Se peina y todo, no vaya a ser que de la risa, se le hayan movido tres pelillos del flequillo, AINS, antes muerta que sencilla, jajjajjaja.

A mí me pasa al contrario. Todo me da cargo de conciencia. Si no juego con él, me siento mal. Si no le canto, me siento mal. Me da pena no dedicarle tiempo en el baño.

¡¡ Que alguien me ayude, por favor !! Esta pedazo de hembra (junto con su esposo, claro) está criando a cinco hijos. CINCO. ¡¡¡¡ Y le da cargo de conciencia no dedicarle tiempo al quinto !!!! Y yo, con dos criaturas, estoy que no me da la vidaaaaaaa.

Entonces, ¿qué pongo en el post?

Quiero  que la gente entienda que se puede pasar por una depresión embarazada (y sin embarazar) y por la negación de un embarazo también. Que estamos en nuestro derecho.

Que no quería ni que me tocarais la tripa.

¡¡¡ Ostras !!! Yo se la toqué seguro. Con lo sobona que soy …

NOTA MENTAL: Preguntar antes de tocar. SIEMPRE. A las embarazadas también.

Que no quise ni “preparar el nido”. Y que ni quise parirlo. Mi quinto hijo acabó en cesárea, mi única cesárea, porque no quise ni parirlo.

Mujer, no creo que las cesáreas sean una negación…

La mía sí. Entré en el hospital diciendo:

¡¡ QUE ME LO SAQUÉIS YAAAAA !!

Y no sentí alegría cuando vi por primera vez a mi César.

Me lo cuenta a la vez que abraza a “su bebé”, como dice ella. Para que veáis. La complejidad del cerebro humano no conoce límites.


No queremos oír: ¿le vas a querer igual de poco cuando salga?

Ni queremos oír: venga, anímate, vamos a buscarle un nombre.

Ni queremos oír: ¿no te das cuenta de que toda esa pena le va mal al bebé?

Porque todas esas  comidas de tarro y muchas más ya nos las hacemos nosotras.


Estoy petrificada. No sé ni qué decir. Tengo bloqueadas hasta las lágrimas. Ya lloraré cuando escriba este post. Ahora mismo estoy absorta con esta declaración. MUDA.


Pues, dime, Noelia ¿qué podríamos haber hecho los que estábamos cerca de ti?

Nada, Paloma. Absolutamente nada. Y cuando digo nada quiero decir NA-DA. Ni preguntar, ni tocar, ni presionar y por encima de todo: NO JUZGAR.

ES IMPRESCINDIBLE QUE NO SE NOS JUZGUE.

Sólo necesitamos alguien que nos escuche, pero sólo si hablamos. Alguien que nos venga a ver, pero sólo si lo invitamos. Y alguien que nos atienda, si pedimos algo.

¿Y un abrazo? ¿Los abrazos se aceptan?

Claro que sí, eso siempre. ¡¡ Ven aquí, flojucha !!

screenshot_2018-07-13-19-48-40-938_vsin-1884820033.png

¡¡ AHORA SÍ QUE  ESTOY LLORANDO !!


Tienes que poner que también que me dio muchas fuerzas ver las declaraciones de Mercedes Milá.

Cito parte de las declaraciones de Mercedes Milá, para que entendáis qué fue lo que animó a seguir a Noelia: “…Jamás pensé que podría caer en algo incontrolable. Cuando no eres dueña de ti, no duermes, no comes… dudé de que pudiera hacer periodismo nunca más. Si le sirve a la gente el pensar que esta tía que se come el mundo ha estado en la mierda y ha salido, pensarán yo también puedo…”

Pero, ¿leías algún caso como el tuyo?

No, creía que no le pasaba a nadie más que a mí. Cuando eres novata lees mucho. Cuando vas por el quinto te crees que te las sabes todas y resulta que la vida todavía te guarda alguna sorpresa, ya ves.

Pufffff, es que como tú habrá mil. Lo más probable es que mi post no llegue a quien lo necesita.

No importa. Alguien lo leerá. ¡¡ Tú escríbelo !!

¡¡ A sus órdenes, mi capitana !!


Pregunta importante que creo las lectoras y lectores deben saber:

¿ Pensaste en abortar ?

No pensaba, Paloma, sólo sobrevivía. Malvivía, más bien.

¿Tomas algo?¿Estás yendo al psicólogo?

Dando teta no te dan nada de nada. Y al psicólogo no tengo ni fuerzas, ni ganas, ni dinero. Lo único que me ha ofrecido el médico de cabecera es una terapia de grupo y yo no estoy para escuchar las penas de nadie. 

Pero te vendría bien que te viera un especialista.

Que no, que paso. ¿Sabes lo que vamos a hacer? El dinero que me gastaría en psicólogos, lo meto en un bote y cuando termine con la lactancia, nos vamos tú y yo a darnos un homenaje. ¿Cómo lo ves?

Por una amiga, se espera lo que haga falta, jeje.



Ya sabéis, lector@s, difundid este post a diestro y siniestro para que llegue a mucha gente y… ¿quién sabe?

Para más información, pinchad aquí: “No quiero a mi hijo” de Mamen Jiménez.

4 comentarios en “No quería a su bebé”

  1. Como entiendo a tu amiga. Yo a los míos siempre los he querido con locura, pero cuando no me dejaban dormir más de 20 minutos seguidos buuuuf, creía que me los comía, y no a besos. Me sentía fatal, sin vida, esclava de mis hijos. Y luego muy culpable por echar la culpa a los peques tan inocentes… (que eran traviesos como demonios, pero ya sabes a lo que me refiero). Luego me daban besos babosos y se me pasaban todos los males, pero luego otras mil noches malas y otra vez echa un basilisco. Tu no sabes los epítetos que les he regalado cuando eran bebés. Ni el barriobajero más palabrotero me ganaba. Pero con el tiempo lo vi normal y hasta sano estallar y no quedarme con eso dentro. Siempre y cuando mis hijos percibieran que yo, por encima de todo, les quiero. En fin, que el agotamiento, las hormonas, las dificultades de la vida… nos hacen mella. Porque seremos madres, pero por encima de todo somos humanas.

  2. Hay una serie de totems culturales que estan tan arraigados que es difícil (y muy valiente) hablar de las ocasiones en que se alteran como es el caso, El amor de una madre es un concepto precioso, pero hay que ser consciente de que hay factores como la depresión postparto que pueden descolocar a uno mismo y a tu entorno, derivando en culpabilidad por incumplir un dogma de que a un hijo se lo quiere incondicionalmente.

    Bravo por tu amiga porque el amor se expresa de muchas, muchas maneras. Y una de ellas en enfrentarse a una depre por tu hijo. En lo que no estoy muy de acuerdo es en el tema de ayuda profesional, pero hay un momento para cada cosa y cada uno es un mundo con sus tiempos propios.

    Felicidades por el articulo againl

Responder a dacilmp Cancelar respuesta

Scroll al inicio
× Escríbenos un WhatsApp